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lunes, 6 de diciembre de 2010

LA COLUMNA: POR UN DESOCUPADO, NO TAN DESOCUPADO.

Paola Porras Camacho: No tiene importancia que sepan de mí, solo lean el escrito, critíquenlo, exprímanlo, ódienlo, disfrútenlo.

El  ‘PROFETA’ DE LA CALLE REAL. 

A diario vemos por las principales calles de la ciudad A un personaje algo peculiar que ‘anuncia’ y grita, a toda garganta Y según su fe, una catástrofe que sucedería en Pamplona por las desobediencias de sus habitantes. Les estoy hablando nada más y nada menos que de ‘Ramón’, el predicador de la Calle Real.

 A muchos nos parece graciosa la manera como lo comunica. Otros los tachan de loco, pero pocos (por no decir ninguno) conocen la historia de este personaje que hace siete meses se ‘apoderó’ de las principales calles de nuestro Municipio. Esta es la ciudad que no vemos.

Era un jueves por la noche. Me dirigía por la Calle Real esperando a que hiciera presencia nuestro protagonista. Luego de hora y media de espera, hacia las 6 30 p.m. apareció Ramón alistándose para hacer su recorrido diario. Me acerco a él, me presento e intento darle la mano como muestra de cortesía. Él se niega MIENTRAS Afirma que soy pecadora y lo puedo ‘contaminar’.

Para tratar de romper la desconfianza le comento que represento a Pamplona Urbana, un periódico digital que está a punto de nacer. Algo celoso y desconfiado accede a dejarse entrevistar. Me pide que nos sentemos en la plazuela para poder mostrarme algunos pasajes de la Biblia.

En el transcurso empieza a comentarme que no tiene religión, que lo que existen son sectas como la de los fariseos, los cuales fueron reprendidos por el Señor. Me cuenta que nos han enseñado algo erróneo porque nos dijeron que no podíamos ser como el Señor Jesucristo, pero según él, si podemos serlo, renunciando a todo. “El que no renuncie a todo no puede ser discípulo de Cristo, ni en la secta de los evangélicos ni la de los católicos, ni en los testigos de Jehová, ni la de los Mormones, ni la de los adventistas, ni de ninguna otra secta creen ni hacen, pues eso va en contra de lo que ellos están buscando, que no es más sino dinero”.

De origen venezolano, hace cuatro años ramón oyó el llamado de Cristo y dejó de ser católico para empezar a anunciar en los 23 estados de Venezuela, que esa nación va a ser destruida. Según él, porque en la Biblia aparece, y no sólo esta nación, sino los países fronterizos como Brasil, serán víctimas de esta catástrofe. Hace un año el Señor lo sacó de su País para que anunciara su palabra. Primero fue a Bogotá, durante dos días, a llevarle el mensaje al Presidente, al vicepresidente y a los ministros. Pero la recepcionista le pidió que dejara la correspondencia. Él afirma tener pruebas que corroboran esto y del mensaje que mandó por correo electrónico, pero nunca recibió esa llamada de parte de ellos.

Recuerda que también intentó llevar su mensaje al presidente Hugo Chávez, pero tampoco, aún siendo venezolano, lo dejaron ver. “eso lo tienen escondido, no dejan que nadie lo vea, pero yo no sé por qué, ya que hay mucha gente allá, que sin un bolívar, lo mataría con gusto”. Afirma que el señor también lo ‘mandó’ dos veces a Bucaramanga a llevar esta palabra, pero hace siete meses conoció por coincidencia a Pamplona, que para él no se llama Pamplona, sino Valle del Espíritu Santo, por un plegable que le dieron en la corporación de turismo. Dios le ‘puso así’ porque quiere que los habitantes vuelvan a él y escuchen su palabra, pero no lo hacen, por esto, según su percepción, Colombia está maldita, por desobediente, y la tercera parte de ella será destruida.

De los comienzos de su vida recuerda que al principio compraba ropa en Cúcuta y la vendía en Venezuela, pero descubrió que trabajar por dinero es malo, así que dejó de hacerlo. Dice que no ha conocido a la primera persona en Colombia que predique como lo hacía Jesucristo, en las principales ciudades y plazas de la ciudad. Por esa razón todos los días sale a gritar el mensaje, para cumplir este mandamiento.“Todos debemos predicar la palabra de dios porque es un mandamiento, pero no lo hacemos. Si supiéramos que si no lo hacemos iremos a un infierno con fuego y azufre, lo haríamos, sino que cierto día en la semana se reúnen en una sinagoga a pedir dinero de los ignorantes”.

Ramón se ve a sí mismo como un profeta y considera que no van a confiar en él hasta el día que suceda una tragedia. Al preguntarle por qué pone a su hijo, a sus cortos 7 años, a gritar con él por la Calle Real y el Parque, responde que no hay edad para cumplir los mandamientos de dios o cumplir su palabra. Al terminar la entrevista le pido que me permita una foto, pero se niega, porque según él, es pecado tomar fotos de personas o de las cosas que estén sobre la tierra.

Entonces se despide y empieza su recorrido con una convicción admirable. Días después lo encuentro por el parque con su esposa y sus tres hijos (dos niñas y un niño). Las mujeres llevaban velos que cubrían su cara y el niño tenía una biblia entre sus brazos. De repente, sin mayores titubeos, ramón se voltea y me dice:”Paola conviértete”.

Por: Paola Porras Camacho para LA COMUNA.

3 comentarios:

  1. jajajaja Paola escucha el llamado .... La religión es el opio del pueblo... Karl marx

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  2. loco o no, algo de razon tendra...esperemos a ver que pasa..pero interesante, conociendo los personajes de la mal llamada Pamplona (segun el).

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  3. jajja... ps creo que cada quien puede creer en lo que quiera ... para mi, tiene problemas...recuerdo tanto que un dia gritaba que se queria morir y le dije ...bajese del anden y espere un carro.. eso si seria un verdadero milagro...jjajjaja

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